La mayoría de las cirugías cardiacas se realizan a través de una incisión que atraviesa la totalidad del esternón. Esta incisión se denomina esternotomía media, y el hueso necesita unas 6 semanas para cicatrizar por completo.
En algunos pacientes, la cirugía valvular cardiaca se puede realizar a través de incisiones más pequeñas, o mínimamente invasivas. Las incisiones más pequeñas pueden proporcionar algunos beneficios a los pacientes. Los estudios preoperatorios, como la angiografía coronaria, la ecocardiografía y, en muchos casos, una tomografía computarizada (TAC) torácica pueden ayudar a determinar cuáles pacientes son candidatos para las cirugías mínimamente invasivas. Estos métodos quirúrgicos con pequeñas incisiones también incluyen el uso de máquinas corazón-pulmón, tal como en las cirugías de esternotomía completa.
Si el cirujano cardiovascular decide reemplazar la válvula cardiaca del paciente, el primer paso es remover la válvula dañada (extirpar la válvula y los depósitos de calcio) y luego implantar una válvula cardiaca prostética en su lugar. Las válvulas prostéticas utilizadas para reemplazar las válvulas naturales dañadas se fabrican de varios materiales y vienen en diferentes tamaños.
Hay dos grandes categorías de válvulas cardiacas prostéticas que se usan para reemplazar las válvulas dañadas:
Las válvulas bioprotésicas se fabrican principalmente de tejidos animales (es decir, del pericardio bovino [la resistente bolsa que cubre el corazón de las vacas], una válvula aórtica porcina [chancho] o válvulas humanas tomadas de cadáveres).
Las válvulas mecánicas se fabrican a partir de materiales sintéticos, principalmente de carbón.
Existe una gran variedad de válvulas de tejidos:
Válvulas o tejido pericárdico obtenidos de animales de grado médico (es decir, bovinos [vacas] o porcinos [chanchos]).
Válvulas humanas obtenidas de cadáveres.
Una válvula normal que se ha transferido de una posición a otra sustituyendo a una válvula dañada dentro del mismo individuo.
Un heteroinjerto es una válvula biológica hecha a partir de tejidos animales. Por ejemplo, válvulas pericárdicas que tradicionalmente contienen valvas hechas de pericardio bovino (la bolsa que recubre el corazón de las vacas), las cuales se fijan con suturas a un marco flexible o semiflexible. Otro tipo de válvula de tejido es una válvula porcina. Una válvula porcina se fabrica a partir de la válvula cardiaca aórtica de un chancho y normalmente se fija con suturas a un marco flexible o semiflexible para crear una válvula de soporte intravascular (“stented”). También es posible que la raíz aórtica porcina natural se deje intacta para que actúe como el marco para hacer una válvula sin soporte intravascular (“stentless”).
Cada válvula está rodeada por un anillo de sutura de tela. Las suturas pasan a través de este anillo de sutura para asegurar la válvula al corazón.
Las válvulas mecánicas incluyen valvas que están hechas de un tipo especial de carbón. Estas válvulas tienen por lo general dos valvas. Las valvas se abren y se cierran durante el ciclo cardiaco, asegurando que el flujo de sangre vaya en una sola dirección.
La elección entre una válvula mecánica o de tejido depende de la evaluación individual de los beneficios y los riesgos de cada válvula y del estilo de vida, edad y condición médica de cada paciente.
Las válvulas de tejido no requieren el uso de anticoagulantes a largo plazo. Este es un punto importante a tener en cuenta para aquellos que no pueden tomar anticoagulantes debido a antecedentes de hemorragias mayores (p.ej., gastrointestinal o genitourinaria) o por un mayor riesgo de lesiones traumáticas y hemorragia con relación a actividades recreativas, deportes o edad avanzada. Las válvulas de tejido duran generalmente 10 años y, en algunas personas, han durado más de 30 años. Si un paciente menor a 60 años recibe una válvula de tejido, existe una alta probabilidad de que requiera otro reemplazo valvular en algún punto, mientras que la mayoría de los pacientes mayores a 70 años no.
Las válvulas mecánicas no suelen desgastarse. Sin embargo, requieren de un tratamiento diario con anticoagulantes y estos medicamentos pueden requerir cambios en la dieta o en los niveles de actividad.
La decisión de optar por un reemplazo con una válvula de tejido o mecánica se relaciona a menudo con la edad del paciente, donde los pacientes de mayor edad reciben preferiblemente válvulas de tejido. Sin embrago, no hay un acuerdo claro sobre la edad precisa del límite en el cual una válvula de tejido es preferible por sobre una válvula mecánica.
Cuando es posible, es preferible por lo general reparar la válvula del paciente en vez de reemplazarla con un dispositivo prostético. La reparación valvular implica por lo general que el cirujano modifique el tejido o las estructuras subyacentes de las válvulas mitral o tricúspide.
Casi todas las reparaciones valvulares incluyen la colocación de un anillo o banda de anuloplastia. Este es un dispositivo cubierto de tela que se implanta alrededor de la circunferencia (o anillo) de las válvulas mitral o tricúspide. Le da soporte a la válvula propia del paciente y acerca a las valvas de válvula lo que potencialmente reduce las fugas a través de la misma. Existe una gran variedad de dispositivos de anuloplastia. El cirujano elegirá aquella que mejor se adapte a su válvula cardiaca.
Además de la anuloplastia, la reparación de la válvula mitral requiere con frecuencia la corrección de problemas con las valvas o cuerdas que unen las valvas de válvula al corazón. Cuando una válvula mitral presenta fugas debido al prolapso de la misma, arreglar las valvas y cuerdas (y añadir un anillo de anuloplastia) restaura la función valvular normal.
El periodo normal de recuperación de una cirugía valvular cardiaca estándar requiere entre cuatro y ocho semanas. La recuperación puede ser más rápida cuando se emplea una incisión más pequeña, por ejemplo, con procedimientos mínimamente invasivos y transcatéter. Durante este tiempo, los pacientes recobran gradualmente la energía y reanudan sus actividades normales de la vida diaria. Los exámenes regulares por parte de un cardiólogo son esenciales y se le alentará a llamar o visitar a su médico cada vez que tenga preguntas o inquietudes sobre su salud, especialmente si experimenta cualquier síntoma inusual o cambios en su salud en general.
Dos aspectos adicionales importantes de la recuperación y del bienestar general son mantener una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente. Si su médico le ha recomendado una dieta especial, es importante que cumpla con ella. Una alimentación sana es una parte importante de una vida saludable. Durante la recuperación, los alimentos nutritivos aportan energía al organismo y pueden ayudarle a curarse con mayor rapidez.
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Para mejorar el estado cardiovascular general, se recomienda que combine una dieta balanceada con las indicaciones de su médico sobre el ejercicio y el control de peso. Seguir con regularidad un programa de ejercicios es una parte importante de mantener un estilo de vida saludable. Con la orientación de su médico, usted podrá gradualmente mejorar su nivel de ejercicios y de actividad. Antes de iniciar una nueva actividad deportiva, consulte con su médico.
Es importante que siga las instrucciones de su médico en cuanto a la administración de los medicamentos, especialmente si le han recetado un anticoagulante. Los anticoagulantes reducen la capacidad natural de la sangre de formar coágulos. En caso de que tenga que tomar anticoagulantes, deberá realizarse exámenes de sangre regularmente para medir la capacidad de la sangre para coagularse. Los resultados de esta prueba le ayudan a su médico a determinar la cantidad de anticoagulante que usted necesita. Puede tomar cierto tiempo establecer la dosis correcta de este medicamento para usted, pero su constancia y la colaboración con su médico son importantes. También es posible que se realice las pruebas en casa, por lo que debe consultar a su médico sobre esta opción. Consulte a su médico sobre las interacciones con cualquier otro medicamento que esté tomando y las restricciones alimenticias que pueda tener mientras toma anticoagulantes, y pregúntele también sobre cualquier signo a tener en cuenta que pueda indicar que su dosis es demasiado alta.
Antes de someterse a cualquier procedimiento en sus dientes, como una limpieza, a una endoscopia o a una cirugía, infórmele a su dentista o médico sobre su válvula cardiaca prostética. Los pacientes con implantes valvulares son más susceptibles a las infecciones, que podrían derivar en daños adicionales en el corazón. Por lo tanto, puede ser necesario que tome antibióticos antes y después de ciertos procedimientos médicos para reducir el riesgo de infección.
Además, cuando viaje por más de unos pocos días, trate de mantener una dieta y un nivel de ejercicios tan cercano a lo normal como sea posible. Asegúrese de analizar todos sus medicamentos (incluyendo los medicamentos de venta libre) con su médico y no cambie la dosis a menos que se lo indiquen.
La sustitución de la válvula aórtica transcatéter (SVAT) utiliza un catéter para sustituir la válvula cardiaca.
Diversas afecciones pueden causar anomalías en las válvulas cardiacas, y hay muchas formas de determinar si padece una valvulopatía cardiaca. Obtenga más información sobre lo que ocurre con las valvulopatías cardiacas y cómo se diagnostican.
El corazón, que late unos 2,500 millones de veces a lo largo de una vida promedio, proporciona flujo sanguíneo a todas las células, tejidos y órganos del cuerpo cuando funciona correctamente. Junte las dos manos y eso será más o menos el tamaño de un corazón sano. Es importante mantener un corazón sano para llevar una vida saludable.